sábado, 28 de mayo de 2016

Más escuela, menos aulas

Educar es hoy, y será cada vez más, innovar sobre el terreno, a no confundir ni con inventar desde cero en el nicho ni con la esperada reforma desde arriba. Interesante artículo!! Puedes leerlo aquí

jueves, 19 de mayo de 2016

Ciencia en el bar

Ciencia en el Bar contiene pequeñas piezas audiovisuales donde se explican conceptos científicos de forma sencilla.

     Presentan Joaquín Sevilla, profesor titular de Tecnología Electrónica en la Universidad Pública de Navarra, y Javier Armentia, coordinador del Planetario de Pamplona.


Podéis encontrarlo en el siguiente enlace http://www.cienciaenelbar.com/

Un ejemplo de estos vídeos:


domingo, 15 de mayo de 2016

Blog química en casa



Reválida de 6º de primaria

Cerca de 460.000 alumnos de sexto de primaria de toda España están obligados a hacer las polémicas pruebas de evaluación externa que contempla la LOMCE. El periódico el País ha seleccionado algunas de las preguntas a las que se enfrentan los estudiantes, extraídas de los tests de Ciencia y Tecnología y Matemáticas. Una de ellas es la que aparece a continuación, es tan evidente lo mal formulada que está  que no voy a hacer ningún comentario.


http://politica.elpais.com/politica/2016/05/12/actualidad/1463047171_508033.html

Escuela

¿Qué es lo que hay que aprender? Pues aprender a aprender, a ser críticos con lo que pretenden enseñarnos

Siempre oí repetir que la enseñanza debe ser “crítica”. Nada de memoria, nada de llenar la cabeza de datos (¡se encuentran en Internet!), nada de que el maestro hable desde la tarima y los demás callen tomando apuntes, nada de asignaturas sin relación con la vida cotidiana (¿como las matemáticas, la historia o la gramática?) y nada de dar por hecho que uno sabe y los demás no. ¡Crítica ante todo! ¡El aprendizaje debe ser crítico, si me apuran más crítico que aprendizaje! ¿Qué es lo que hay que aprender? Pues aprender a aprender, a ser críticos con lo que pretenden enseñarnos. Cuando el maestro anticuado profiere como irrefutable cualquier tópico viejuno, v. gr. “París es la capital de Francia”, el alumno debe propinarle un certero “¡Eso lo dirás tú!”. Seguro que le desconcierta…

Abracé dócilmente esta rebeldía, hasta darme cuenta de que los críticos más contundentes son quienes mejor han aprendido aquello de lo que se habla: por plácido que sea su talante, los que saben aritmética no aguantan a los que dicen que dos y dos son cinco. Y tienen sus razones. Son precisamente esas razones las que deben enseñarse en la escuela, porque con ellas vendrá por añadidura el espíritu crítico, que no es simple afán de contradicción. Dos libros recientes, La conjura de los ignorantes(ed. Pasos Perdidos), de Ricardo Moreno Castillo, y Contra la nueva educación (ed. Plataforma Actual), de Alberto Royo, defienden esta asombrosa doctrina, la de siempre, y con ella el esfuerzo estudioso, el orden en el aula y el magisterio de los profesores, que no deben ser meros colegas lúdicos ni animadores emocionales de la comuna escolar. Y lo hacen de modo muy divertido: quien mañana ocupe la cartera de Educación hará bien en leerles.

jueves, 12 de mayo de 2016

¿Fracaso escolar? No culpen a los genes

El análisis de 300.000 personas descubre 74 variantes genéticas relacionadas con el logro educativo, pero su efecto es minúsculo




¿Cómo debemos educar a los ‘nativos digitales’?

Por Z. Marcos / M.A. Expósito | 11-05-2016
Si tienen la fortuna de convivir con un niño pequeño, habrán observado como, desde muy temprana edad, intentan ampliar infructuosamente la cara de Doraemon (es un ejemplo) haciendo pinza con sus dedos sobre la pantalla de la televisión. Es, para ellos, un gesto tan natural como lanzar una pelota, garabatear en un papel o construir torres con piezas de madera. Parece como si vinieran con ello incorporado. Así es como se maneja una cuchara y así es como se interactúa con una pantalla. Gestos como tocar un icono para abrir una aplicación, deslizar los dedos para pasar imágenes o hacer scroll en una web son realizados por niños de todo el mundo con soltura. Sin necesidad de muchas explicaciones. Se trata de las primeras generaciones de seres humanos en nuestro Planeta que viven inmersos en un mundo conectado y digital.

Marc Prensky, escritor y educador estadounidense, bautizó a estos niños como “nativos digitales” en un artículo publicado en 2001. Una ocurrencia que creció y se popularizó hasta convertirse en un término usado de forma habitual para referirse a las generaciones que han crecido rodeadas de smartphones, ordenadores, tabletas y consolas de videojuegos. Prensky, que comenzó su carrera como profesor en el neoyorquino barrio de Harlem, ha impartido clases en todos los niveles, desde educación primaria hasta la universidad. En la actualidad -gracias a sus numerosos artículos y libros sobre el tema- está considerado un experto en la influencia de las nuevas tecnologías en la enseñanza.

Aquel famoso artículo comenzaba: “Me resulta sorprendente que en todo el alboroto y el debate generado estos días acerca del declive de la educación en Estados Unidos, estemos ignorando la más fundamental de sus causas. Nuestros estudiantes han cambiado radicalmente. Los estudiantes de hoy ya no son el tipo de personas para las que fue diseñado nuestro sistema educativo”. El pensamiento de Prensky pivota alrededor de la idea central de que los “inmigrantes digitales” -la mayoría de profesores- deberían cambiar sus métodos y discursos para satisfacer la forma de aprender y pensar de las nuevas generaciones que han crecido con la presencia constante de Internet en sus vidas. Polemista apasionado, Prensky no elude el debate y, a pesar de algunas críticas recibidas por quienes defienden un modelo más tradicional, se considera un optimista empedernido: “Veo lo que desean hacer los niños, lo que pueden hacer, lo que serán capaces de hacer (…) Este podría ser un mundo muy, muy, muy positivo”.

Texto: José L. Álvarez Cedena




http://one.elmundo.es/como-debemos-educar-los-nativos-digitales/