lunes, 25 de febrero de 2013

Agua que no has de beber....

 
 Priva, alcolindrínquili, trisque, pelotazo, bebida, zumo mágico….son muchos los sinónimos para el alcohol empleados por la sociedad. Se bebe de mil maneras en las mil formas en las que mil marcas nos lo suministran. Pero…¿sabes qué hace y cómo afecta al organismo?.
El hígado es el responsable principal de la correcta eliminación del alcohol ingerido, que ronda el 93-95%. El resto, el cuerpo humano lo elimina por otras vías, como la orina (procesos renales), por el aliento (en forma de apestoso vapor), por las heces y por la salida (enzimas salivales).
Sin embargo, el alcohol no es eliminado en la misma forma en la que entra, sino que, mediante dos procesos metabólicos, sufre una degradación para que, en la medida de lo posible, se le pueda sacar alguna utilidad.
Por un lado, el etanol se transforma en acetaldehído. Este proceso puede comenzar en el estómago o en el hígado, por medio de tres enzimas: alcohol deshidrogenada, catalasa y el sistema microsomal de la oxidación del etanol (este se encuentra principalmente en el hígado).
Por otro, se produce la transformación del acetaldehído en acetato por otra enzima, acetaldehído deshidrogenada.
Los productos finales de este proceso metabólico son Acetaldehído, ácido acético, dióxido de carbono y agua. Algunos de estos compuestos, derivados en otras vías metabólicas, pueden ser resultantes de la obtención de energía (en forma de ATP) o de glucógeno).
Sin embargo, dicho metabolismo no es constante, y no se puede degradar todo el alcohol ingerido de golpe (15ml/h); cuya velocidad de degradación varía por factores como cantidad de alcohol en sangre, la edad y otros problemas fisiológicos. Estos condicionantes influyen directamente en la cantidad de enzimas que interviene en el metabolismo. La cantidad de alcohol en sangre de un bebedor alcanza su cenit entre los 30 y 90 minutos.
Además, la absorción del alcohol también se ve afectada por otros factores, talos como la comida ingerida previamente, la presencia de bebidas carbonatadas así como la complexión física de la persona.
Lo más preocupante, lejos de las acciones derivadas de un estado de embriaguez, son las consecuencias de la ingesta masiva y descontrolada de alcohol.
Puede derivar en casos de hipoglucemia, debido a que la acumulación de un producto da la acción de la acetaldehído deshidrogenada evita la formación de sustrato para la gluconeogénesis, produciéndose la hipoglucemia que, a su vez, al elevarse el nivel de lactato en plasma sanguíneo se produce una fuete acidosis.
La acumulación de otro de los productos resultantes del metabolismo del alcohol hace que el acetato quede almacenado en el hígado, convirtiéndose en Acetil-CoA, el cual no puede entrar en el ciclo de Krebs, lo que deriva en su posterior transformación en acetoacetato, que terminará por causar acidosis (previa transformación).
Por otro lado, el alcohol está directamente vinculado al cáncer (además de procesos de cirrosis hepática grave). En el primer caso, la acumulación de acetaldehído en altas cantidades puede tener un efecto nocivo dada su toxicidad. Entre esos efectos se encuentra la interferencia en la replicación del ADN, ya que inhibe el proceso por el cual las células reparan y regeneran el ADN defectuoso.
Pero, además, existen otros daños colaterales del exceso de alcohol en sangre:
  • Fuerte deshidratación: los riñones filtran más agua de la ingerida, con lo que deben obtenerla de otras fuentes. Una de ellas son las meninges, membranas que recubren el cerebro, las cuales, al secarlas, provocan dolor de cabeza.
  • Estados de descontrol y pérdida de orientación, al inhibir los procesos de la región frontal del cerebro.
  • Mayor tasa de sudoración, debido al aumento de flujo sanguíneo.
  • La propia presencia de alcohol en sangre ralentiza y hace menos eficientes los latidos cardíacos, mostrando estados de cansancio y fatiga.
  • El alcohol, sobre todo cuando se mezcla con otras bebidas, puede provocar alteraciones en los ácidos gástricos, provocando dolores y ardor de estómago.


Por último, mencionar las 4 fases características de las “borracheras”. Si bien la cantidad de alcohol ingerida, así como otros factores antes citados pueden variar la rapidez de presentación de estos síntomas, sí que siguen el siguiente patrón:
1- Fase de euforia y excitación. Tasa de alcoholemia: 0,5 g/L. Locuacidad, euforia, desinhibición, conducta impulsiva. Nos encontramos en el límite por el cual se permite la conducción de vehículos de carretera.
2- Fase hipnótica o de confusión. Tasa de alcoholemia: 2 g/L. Irritabilidad, agitación, somnolencia, cefalea. Disartria, ataxia, dismetría. Naúseas y vómitos.
3- Fase anestésica o de estupor y coma. Tasa de alcoholemia: 3 g/L. Lenguaje incoherente. Disminución marcada del nivel de conciencia (obnubilación y coma) y del tono muscular. Incontinencia de esfínteres. Dificultad respiratoria.
4- Fase bulbar o de muerte. Tasa de alcoholemia: 5 g/L. Shock cardiovascular. Inhibición del centro respiratorio. Paro cardio-respiratoria y muerte.


CONTEXTUALIZACIÓN:
CURSOS y ASIGNATURAS:
  • 3º de la ESO. Biología. Bloque 2: Alimentación y nutrición humanas.
  • 3º de la ESO. Biología. Bloque 2: La salud y la enfermedad.
  • 1º de Bachillerato: Biología (común)
  • 2º de Bachillerato: Biología (de modalidad Ciencias de la Salud)
  • 2º de Bachillerato: Biología (optativa)
Unidades didácticas como: SISTEMA DIGESTIVO, ALTERACIONES FISIOLÓGICAS, NUTRICIÓN Y SALUD.
PREGUNTAS y CUESTIONES:
  • ¿Qué es el ATP y cuál es la función en el organismo?
  • ¿Qué se obtiene del ciclo de Krebs?, ¿en qué lugar se incluye el acetaldehído?, ¿y el Acetil-Co-A?
  • ¿Qué es una enzima?
  • Busca bibliografía e información sobre las reacciones químicas de las enzimas principales del metabolismo del alcohol: ¿cuál es el papel del NADH y del NAD?
  • Si el alcohol es, a priori, tan malo: ¿Por qué lo empleamos para limpiar las heridas?, ¿es el mismo alcohol que el que ingerimos?, ¿por qué?

1 comentario:

  1. Vaya, por fin se ha subido...llevo rato largo peleándome con él...Y al final, el tema de youblisher no me ha valido para nada (o no sé cómo hacerlo...pero con mi propio blog nunca tuve tanto problema).

    En fin, espero que el artículo sirva para concienciar mentes herrantes y se conceda una tregua a los hígados...

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