jueves, 23 de febrero de 2012

A motivación pode estar en moitos contextos

Estudando tecidos e órganos na matanza do porco

9 comentarios:

  1. uf estás imágenes pueden herir tu sensibilidad ;)

    esto me recuerda a quellas viñetas donde un profesor explicaba en un lienzo (o algo parecido) qué era un árbol en medio de un bosque...

    ResponderEliminar
  2. Ferir sensibilidades sería ver como matan e abren os animais nos matadeiros, pero nas matanzas caseiras, ponse moito cariño e empeño e non fire sensibilidades, se iso, no momento da morte, pero agora coas pistolas especiais nin así. Pode impactar, pero máis nada.
    Nere, para o ano que ven invítote á da casa da miña avoa, e así ves todo o proceso en directo, que visto así non transmite o que é, pero convirtese en toda unha festa donde se reunen familiares, veciños e amigos.

    ResponderEliminar
  3. En canto ao da motivación, ei dicir que eu fago exactamente o mesmo ca este rapaz, mentres se fai o proceso de "espartir o porco" sempre estou a darlle leccións de anatomía aos meus, posto que a anatomía do porco é moi semellante á humana en canto a órganos e tecidos.

    ResponderEliminar
  4. Yo pienso igual que Rocío, creo que las matanzas caseras nos aportan mucho más que la propia comida, además de ser un día de fiesta en familia nos acerca mucho a la anatomía humana. Aún recuerdo la primera vez que pude estar presente en la matanza, fue algo espectacular y no paré de intentar reconocer todas las partes del cuerpo. Creo que es una manera muy buena de explicar los diferentes tejidos a los alumnos!

    ResponderEliminar
  5. Yo estoy de acuerdo con Nerea: pueden herir tu sensibilidad.

    No todos estamos preparados para ver ese tipo de imágenes.

    Seguramente habría para todos los gustos: a algunos alumnos les encantaría, porque más cercano a la realidad, imposible; pero habría alumnos a los que les impactaría negativamente, y que no podrían soportar ver a un animal así...

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que es oportuno para una cultura como la nuestra, sobre todo en colegios más rurales, pues los que tenemos aldea gallega todos hemos estado en la matanza de un cerdo y lo vemos como algo más habitual y no hiere nuestra sensibilidad. Es algo natural. Y sí, como bien dice Rocío, es una oportunidad magnfica para estudiar anatomía, pues el cerdo es muy similar al sr humano. Yo, de hecho, solo voy a verlo después de la matanza, una vez que está abierto, y es algo fascinante y digno de ver. Es algo necesario.Porque según estas teorías, tampoco podría a ver médicos, porque claro tienen que ver cadáveres y puede herir sensibilidades.

    ResponderEliminar
  7. Estar presente en una matanza es algo que se deberia hacer porlo menos una vez en la vida, además de ser un un acto social forma parte de nuestra cultura, no sólo la gallega. Normalmente, así como yo la recuerdo de casa de mis abuelos cada miembro de la familia tenía su tarea definida. Las mujeres se encargaban de la limpieza de las tipas y hacer los chorizos. Los hombres se encargaban del despieze. No creo que ningún niño de aldea haya quedado traumatizado por haber visto una matanza. Me parece muy interesante el trabajo de Marcos. por cierto las filloas de sangre están buenísmas.

    ResponderEliminar
  8. A mí me parece muy bien aprovechar las circunsatancias. Yo desde pequeña he presenciado matanzas en casa de mis abuelos pero bien es cierto que hay que saber tratar estos temas con mucha naturalidad. Conozco un caso particular en el que, durante una matanza casera, un niño tenía mucho miedo del cerdo. Su padre, subestimando los sentimientos de su hijo, decidió meterlo dentro del cuerpo del cerdo eviscerado como remedio para quitar su miedo. El resultado fue que el niño se quedó mudo, literalmente. Hoy en día supongo que ha podido recuperar el habla con ayuda de especialista. No lo sé.

    ResponderEliminar
  9. Con este castastrófico ejemplo quería expresar que lo que para muchos es natural y cotidiano para otros puede suponer todo lo contario en el peor de los casos. :)

    ResponderEliminar