CON LAS COSAS QUE NOS GUSTAN PODEMOS PASARNOS HORAS Y HORAS. ¿Por qué unas cosas nos gustan y otras no? Es obvio que no a todos nos gusta lo mismo. ¿Atender a la diversidad consiste, en parte, en que el profesor conozca lo que les gusta a todos y cada uno de sus alumnos?
La solución que nos vendría a todos a la cabeza tras ver este vídeo sería: hacer el proceso de aprendizaje atractivo para los alumnos. En este sentido, la labor de los profesores sería conseguir que a los alumnos les guste aprender. Sin embargo, ante esto, muchos profesores, sobre todos los de la "vieja escuela" te dirán: soy profesor, no animador. Mi trabajo es dar clase. Y esto no es totalmente cierto: en el fondo su labor es que los chavales aprendan, usando las técnicas más adecuadas.
El siguiente interrogante sería, ¿cómo podemos conseguir que a nuestros alumnos les guste lo que le enseñamos? Y más difícil todavía, ¿cómo podemos conseguir que a TODOS nuestros alumnos les guste lo que le enseñamos, teniendo en cuenta la gran diversidad existente en las aulas?
"Que aburrimiento", ¿cuantas veces lo habremos dicho estando en clases?
Está claro, si una clase te gusta (o te la hacen divertida), no piensas en el tiempo que queda para ir al recreo y sin querer, estás aprendiendo. ¿Lo difícil? Conseguirlo, precisamente porque lleva mucho más tiempo, y como dice Vanesa, los de la "vieja escuela" no lo van a perder en animar al alumnado, con dar el temario han cumplido su trabajo.
Siguiendo un poco con lo que ha concluido Ana, creo que muchos docentes siguen más preocupados por explicar (aunque sea "aprisa y corriendo") absolutamente todos los contenidos del temario, que por hacer las clases atractivas para los alumnos. Pudo existir el día en que el docente era el máximo exponente del saber (quizás porque los alumnos tampoco tenían formas sencillas de acceder a tanta información como ocurre hoy en día) pero, como se dice en el vídeo: "todo o casi todo se puede encontrar en google". Lo que quiero decir es que, evidentemente, no se van a dejar de estudiar los ríos de España ni las capitales de Europa por tenerlas a golpe de un "click", por poner un ejemplo. Pero tampoco es cuestión de seguir con las "enseñanzas fosilizadas" de antaño; personalmente considero que una pizarra llena de fórmulas que vas a olvidar tras superar un examen, no es ambiente propicio ni para motivar a los alumnos ni para que realmente "retengan" los conocimientos que se supone que deben adquirir. No es sencillo hacer las clases atractivas para los alumnos, captar su atención e interés; todos somos muy diferentes, eso es cierto, pero si realmente nos encontramos ante la generación de los "niños web" como se intuye por las palabras del niño del vídeo, los docentes deberían adaptarse a las nuevas necesidades de los alumnos y valorar las nuevas formas de enseñar. Es importante que adquieran conocimientos, pero en vez de preocuparse en demasía por el "cuanto más, mejor", deberían también preocuparse por el "cómo".
Un video corto pero muy interesante. Como profesora me hace pensar en mis clases, en cuando consigo que la mayoría (la totalidad es casi imposible) de los alumnos presten atención y se les "vea" aprender y disfrutar. No se da muy a menudo... Las veces en las que realmente aprecias la implicación de los alumnos es cuando se realizan clases amenas, variadas, utilizando diferentes recursos, en las que ellos mismos realizan experimentos... Los niños de hoy en día están acostumbrados a estímulos muy variados y muy "tecnológicos", por eso tenemos que esforzarnos en aprender y en utilizar diferentes maneras de enseñar. Integrar los viejos conocimientos en el mundo nuevo que nos rodea. Es una tarea muy complicada pero que, por lo menos a veces, tiene una excepcional recompensa: tus alumnos aprenden y disfrutan haciéndolo. En el vídeo también se habla del TDA, ese tema lo trataría a parte, muy largo y tendido, y por supuesto con ayuda de expertos, aunque en mi opinión el niño del vídeo tiene razón, colgar la etiqueta es más fácil que buscar soluciones y motivación en los alumnos (No quiero decir con esto que no haya niños que realmente tengan ese problema).
CON LAS COSAS QUE NOS GUSTAN PODEMOS PASARNOS HORAS Y HORAS.
ResponderEliminar¿Por qué unas cosas nos gustan y otras no? Es obvio que no a todos nos gusta lo mismo. ¿Atender a la diversidad consiste, en parte, en que el profesor conozca lo que les gusta a todos y cada uno de sus alumnos?
La solución que nos vendría a todos a la cabeza tras ver este vídeo sería: hacer el proceso de aprendizaje atractivo para los alumnos. En este sentido, la labor de los profesores sería conseguir que a los alumnos les guste aprender. Sin embargo, ante esto, muchos profesores, sobre todos los de la "vieja escuela" te dirán: soy profesor, no animador. Mi trabajo es dar clase. Y esto no es totalmente cierto: en el fondo su labor es que los chavales aprendan, usando las técnicas más adecuadas.
ResponderEliminarEl siguiente interrogante sería, ¿cómo podemos conseguir que a nuestros alumnos les guste lo que le enseñamos? Y más difícil todavía, ¿cómo podemos conseguir que a TODOS nuestros alumnos les guste lo que le enseñamos, teniendo en cuenta la gran diversidad existente en las aulas?
"Que aburrimiento", ¿cuantas veces lo habremos dicho estando en clases?
ResponderEliminarEstá claro, si una clase te gusta (o te la hacen divertida), no piensas en el tiempo que queda para ir al recreo y sin querer, estás aprendiendo. ¿Lo difícil? Conseguirlo, precisamente porque lleva mucho más tiempo, y como dice Vanesa, los de la "vieja escuela" no lo van a perder en animar al alumnado, con dar el temario han cumplido su trabajo.
Siguiendo un poco con lo que ha concluido Ana, creo que muchos docentes siguen más preocupados por explicar (aunque sea "aprisa y corriendo") absolutamente todos los contenidos del temario, que por hacer las clases atractivas para los alumnos. Pudo existir el día en que el docente era el máximo exponente del saber (quizás porque los alumnos tampoco tenían formas sencillas de acceder a tanta información como ocurre hoy en día) pero, como se dice en el vídeo: "todo o casi todo se puede encontrar en google". Lo que quiero decir es que, evidentemente, no se van a dejar de estudiar los ríos de España ni las capitales de Europa por tenerlas a golpe de un "click", por poner un ejemplo. Pero tampoco es cuestión de seguir con las "enseñanzas fosilizadas" de antaño; personalmente considero que una pizarra llena de fórmulas que vas a olvidar tras superar un examen, no es ambiente propicio ni para motivar a los alumnos ni para que realmente "retengan" los conocimientos que se supone que deben adquirir.
ResponderEliminarNo es sencillo hacer las clases atractivas para los alumnos, captar su atención e interés; todos somos muy diferentes, eso es cierto, pero si realmente nos encontramos ante la generación de los "niños web" como se intuye por las palabras del niño del vídeo, los docentes deberían adaptarse a las nuevas necesidades de los alumnos y valorar las nuevas formas de enseñar. Es importante que adquieran conocimientos, pero en vez de preocuparse en demasía por el "cuanto más, mejor", deberían también preocuparse por el "cómo".
Un video corto pero muy interesante.
ResponderEliminarComo profesora me hace pensar en mis clases, en cuando consigo que la mayoría (la totalidad es casi imposible) de los alumnos presten atención y se les "vea" aprender y disfrutar.
No se da muy a menudo...
Las veces en las que realmente aprecias la implicación de los alumnos es cuando se realizan clases amenas, variadas, utilizando diferentes recursos, en las que ellos mismos realizan experimentos... Los niños de hoy en día están acostumbrados a estímulos muy variados y muy "tecnológicos", por eso tenemos que esforzarnos en aprender y en utilizar diferentes maneras de enseñar. Integrar los viejos conocimientos en el mundo nuevo que nos rodea.
Es una tarea muy complicada pero que, por lo menos a veces, tiene una excepcional recompensa: tus alumnos aprenden y disfrutan haciéndolo.
En el vídeo también se habla del TDA, ese tema lo trataría a parte, muy largo y tendido, y por supuesto con ayuda de expertos, aunque en mi opinión el niño del vídeo tiene razón, colgar la etiqueta es más fácil que buscar soluciones y motivación en los alumnos (No quiero decir con esto que no haya niños que realmente tengan ese problema).